Imagínate esta escena por un momento. Estás en New Orleans, es de noche y dos grupos de hombres se acercan cantando y bailando. A la cabeza de esos dos grupos hay dos hombres, Big Chiefs, vestidos con trajes alucinantes de plumas y mosaicos.

Estos Grandes Jefes bailan, saltan, se pavonean uno delante del otro, se gritan: “I´m the prettiest big chief“. Parecería que en cualquier momento la van a emprender a puñetazos o algo peor, pero finalmente, se detienen, se miran a los ojos y se dicen “You are pretty“. Los dos grupos de hombres continúan sus caminos con sus cánticos y sus bailes.

Ellos son Mardi Gras Indians y están divididos en tribus. Las tribus tienen nombres tan alucinantes como “Wild Tchoupitoulas“, “Creole Wild West” o “Wild Magnolias“.

Por más que lo intentes no encontrarás indios nativos entre ellos. Ninguno es realmente indio. La historia dice que estos grupos se formaron entre los hombres de color en New Orleans como reconocimiento a la ayuda que los verdaderos indios habían prestado a los esclavos escapados de sus amos, pero como casi siempre en estos casos, el origen de todo esto no está claro.

¿Qué tiene que ver todo esto con el diseño? Todo y nada.

La gente que forma parte de estas tribus son los más pobres entre los pobres, y créeme, eso en New Orleans es ser verdaderamente pobre. Los trajes se los han hecho ellos mismos, eligiendo las plumas una a una, fabricando, piedra a piedra, los mosaicos que componen sus trajes.

Todo ese ingente trabajo lo realizan para poder lucir sus trajes durante una sola noche. Durante ese año han trabajado con amor y pasión para crear algo bello, algo único que no repetirán nunca, cada año los trajes han de ser diferentes. En cada uno de esos trajes hay amor, tradición, historias compartidas, orgullo. Todo este trabajo, toda esta pasión, se transforma en un acto de honestidad y respeto al estar frente a otro Gran Jefe. “You are pretty“.

Para mi, esa frase representa el motivo por el cual amo el diseño. Intentar crear algo bello es un proceso lleno de trabajo. Mucho trabajo. Muchísimo trabajo. Pero, además, el diseño es un proceso en el cual sin honestidad y sin respeto hacia los demás jamás lograrás crear algo REALMENTE bello.

Busca la belleza, es lo único que merece la pena en este cochino mundo.

Ramón Trecet

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