La maratón más rápida de la historia se disputó en Berlín el 28 de septiembre de 2014. Su ganador, Dennis Kimetto terminó 42 kilómetros y 195 metros en 2:02:57, Dennis es keniano pero no fue el único entre los diez primeros corredores: el segundo, cuarto, quinto, sexto, séptimo y octavo también lo eran. No es una extraña coincidencia un año antes los cinco primeros corredores en atravesar la línea de meta también eran compatriotas de Dennis.

Cuando hablamos de carreras de media y larga distancia pensamos en Kenia, constantemente corredores de esta nacionalidad ocupan las más altas posiciones en el podio, lo curioso es que podemos ser más específicos respecto de su lugar de nacimiento, podemos apostar a que un altísimo porcentaje de ellos provienen de una minúscula región dentro de Kenia.

A 2.000 metros, en las altas mesetas del oeste de Kenia existe una tierra llamada “Eldoret”, el hogar de los Kalenjin, una tribu originaria del Valle del Rift. Apenas cuatro millones y medio de personas, suponen menos del diez por ciento de la población total de Kenia, un pírrico 0,08% del total de la población mundial, sin embargo se trata del pueblo con la mayor concentración de talento atlético jamás conocido.

Un par de ejemplos para entender mejor la envergadura de sus logros; 17 corredores americanos han terminado la maratón por debajo de las dos horas y diez minutos en toda la historia, 32 Kalenjin corrieron por debajo de ese tiempo el mes de octubre de 2011. Cinco corredores americanos han logrado correr la milla por debajo de los cuatro minutos durante su época de estudiantes (High School), en territorio Kalenjin, en uno de cada diez institutos (High Schools) hay cuatro o más corredores con el mismo logro.

Mirando las estadísticas podemos afirmar que el pueblo Kalenjin tiene a los atletas de mayor éxito jamás vistos en cualquier parte del mundo. ¿Cuál es la motivo? ¿Cómo explicar el éxito de este pueblo?

Existe muchas teorías, desde la altitud en la viven, muy por encima de los 2.000 metros, y su forma de procesar el oxígeno, pasando por su dieta rica en almidón, la costumbre de correr largas distancias desde pequeños, una media de diez kilómetros diarios para ir y volver a la escuela. El problema de todas estas explicaciones es que son genéricas, no particulares de los Kalenjin. En otras muchas partes del mundo se corren largas distancias hasta el colegio, otros pueblos viven en zonas elevadas con poco oxígeno y sin embargo no ocurre la misma explosión de éxito deportivo.

Existen algunas explicaciones más específicas que podrían explicar el éxito del pueblo Kalenjin: Razonamientos antropomórficos, los Kalenjin tienen unas piernas muy largas, además de tobillos y cinturas extremadamente delgadas, esto hace que sus piernas actúen como péndulos que les impulsan a una mayor distancia con un menor coste energético.

Cualquiera que sea el motivo que explica la anomalía Kalenjin, el mundo del deporte está a la caza y captura del secreto del éxito de un pequeño pueblo de pastores para copiar, imitar y replicar sus logros atléticos.

La pequeña tribu de los Diseñadores

Hoy es un gran momento para los diseñadores. El diseño se percibe como catalizador del cambio en la empresa, son los diseñadores los que perfilan el futuro de organizaciones tan admiradas como Apple o Samsung, el “Service Design” influye en organismos públicos y privados, se aspira a crear nuevas políticas siendo los oídos de ciudadanos y en los últimos tiempos grandes consultoras y bancos de todo el mundo se acercan a estudios de diseño para atraer talento.

Sin juzgar todo lo anterior, se puede afirmar que los diseñadores están de moda. Al igual que los corredores Kalenjin son un pequeñísimo grupo que está generando un gran impacto global… Incluso es portada del Harvard Business Review. Ahora el reto de muchos es generar más y más diseñadores, replicar sus metodologías, es el tiempo de la disección y la multiplicación. Algunos días, no todos, me gusta pensar que soy diseñador de interacción. Si me preguntaran por las cualidades que ha de tener un buen diseñador daría un listado más o menos completo…

Un diseñador de interacción debería tener la capacidad de estructurar y ordenar el contenido en un sólido y lógico sistema de navegación, es importante que se tenga habilidad trabajando con textos, crearlos y hacerlos significativos para el usuario. Si hablamos del proceso, un diseñador ha de ser capaz de testar e iterar sus propuestas, estas deben responden al feedback de los usuarios, por lo que se necesita unas buenas habilidades de investigación. Las soluciones propuestas suelen ser muy interactivas por lo que creamos flujos y transiciones que animamos. No podemos dejar la parte visual, tenemos que entender y manejar tipografías, colores o las leyes de la gestalt… Además, resulta sencillo que todo se llene de funcionalidades absurdas, por lo que es importante que se sepa decir NO, así que debemos tener un peso importante en la toma de decisiones de un proyecto… Y todo esto sin olvidar lo más importante, ni nosotros, ni nuestro cliente somos el destinatario final de un producto, es el usuario para el cual estamos diseñando.

Como en el caso de los corredores Kalenjin el listado de habilidades ayuda a comprender ciertos logros como profesión pero no explica la influencia, ni la concentración de talento que vemos hoy en día alrededor del diseño y los diseñadores.

La carrera que lo cambió todo

Antes de 1968 el mundo del atletismo era muy diferente al que conocemos hoy en día, en aquel tiempo los corredores blancos dominaban todas y cada una de las pruebas. Las olimpiadas de México del 68 lo cambiaron todo, en apenas 1.500 metros, se dio el pistoletazo de salida a una nueva época de dominación Kalenjin que resulta difícil de creer.

En aquellos 1.500 se enfrentaron Jim Ryum, el campeón americano de 23 años y poseedor del récord mundial, por otro lado, el desconocido corredor keniano Kipchoge ‘Kip’ Keino que compaginaba su afición por el deporte con su trabajo de policía en su pequeña ciudad natal.

Kip estaba inscrito para disputar las pruebas de 10.000, 5.000 y 1.500 metros. Entre carreras clasificatorias y posibles finales debía disputar seis pruebas olímpicas en ocho días, algo que ningún corredor profesional haría hoy en día, incluso para la época se trataba de algo inusual, especialmente para alguien que no disponía de la preparación suficiente, como era el caso de Kip.

Su primera carrera fueron los 10.000. A dos vueltas del final Kip estaba en cabeza, cerca de terminar la vuelta se desploma fuera de pista, tras el reconocimiento el médico le diagnostica una infección de la vesícula biliar. Una dolencia extremadamente dolorosa, especialmente si se realizan respiraciones profundas o cualquier tipo de ejercicio físico. De ninguna de las maneras Kip podría correr, su tratamiento consistía en reposo absoluto, su Olimpiada había terminado, aún así, Kip corrió su segunda carrera, los 5.000 metros y obtuvo la medalla de plata.

Tras la carrera el médico envió a Kip a la cama de inmediato, de forma literal el médico advierte a Kip que corre serio riesgo de morir si no guarda un reposo absoluto. Kip guardó cama los tres días siguientes y unas horas antes de la gran carrera se levantó y exclamó:

“Si he de morir que sea en la pista”

Al inicio de los 1.500, Kip se encuentra en la parte trasera de la carrera, el último del grupo. Al finalizar la primera vuelta Kip ya es tercero, finalizando la segunda Kip ya está en cabeza, pero aún no hay nada decidido. Jim Ryum es conocido por su “last nick”, todo el mundo está contemplando la cara de dolor de Kip, todos piensan que que no es posible que mantenga ese ritmo endiablado con sus problemas médicos… Comienzo la última vuelta parece que tienen razón, Jim Ryun empieza a recuperar posiciones mientras Kip no para de tener movimientos extraños que reflejan el intenso dolor que atraviesan todo su cuerpo. Mientras aprieta los dientes y con evidentes muestras de dolor Kip mantiene el ritmo, gana los 1.500 metros y además establece un nuevo récord mundial.

Para los Kalenjin el dolor es algo muy diferente a lo que nosotros conocemos, es a través del sufrimiento como un niño es aceptado por la tribu. El ritual de circuncisión que significa la entrada en el mundo de los adultos es una ceremonia atroz llena de violencia, desde niños los Kalenjin se preparan para ello a través de quemaduras y cicatrices que ellos mismos se practican. Esta tribu de pastores guerreros ha fomentado la resistencia al dolor como uno de sus pilares fundamentales, la fortaleza mental es lo que define a un guerrero Kalenjin.

El secreto de un buen corredor es su mayor resistencia a la presión, su tolerancia al dolor. El deporte profesional significa convivir con lesiones, con sobre entrenamiento, con sufrimiento, cualquier corredor conoce el MURO del kilómetro 30. Correr 42 kilómetros por debajo de las dos horas y media es un calvario, los mejores deportistas son aquellos que expanden su barrera al dolor y tienen la suerte de que las lesiones serias les respeten.

Fortaleza mental

El actual éxito del diseño resulta de una mayor capacidad de esfuerzo y resistencia a la presión por parte de los diseñadores. Los nuevos y buenos perfiles de diseñadores demandados son tremendamente complejos en conocimientos y habilidades. Anteriormente escribía un listado de requerimientos mínimos para diseñadores de interacción, pero nuestra misión en un proyecto es hoy en día mucho mayor.

Ahora más que nunca necesitamos conocer al cliente y su contexto, investigar qué necesitan, ya no trabajamos solos y hay que transmitir nuestros descubrimientos al resto de la compañía. llegamos a sectores cada vez más técnicos y complejos, por lo que debemos comprender tanto como nuestro cliente de su negocio, si no contribuimos a la generación de beneficios nuestra función no tiene sentido, esos beneficios muchas veces se encuentra en los decimales, por lo que cada vez más y más buceamos en datos y analíticas para encontrar mejoras en los productos. El nuestro es un mundo tecnológicamente cambiante por lo que debemos de conocer sus detalles para ajustar nuestros planteamientos y desarrollos. Las interfaces son ahora sociales, no solo creamos sistemas de comunicación uno a uno, máquina persona, ahora sabemos de psicología para ajustarnos a dinámicas de grupos y su relación con los sistemas. Nos integramos con nuevas metodologías, como el “Agile”, que tienen fuertes dependencias en los tiempos, por lo que la integración entre diseño y desarrollo es crítica… Y podríamos continuar “ad infinitum”.

No es el diseño el que está de moda, son los diseñadores los que con esfuerzo, apretando los dientes y soportando la presión de proyectos cada vez más complejos los que han hecho posible la ruptura del “status quo” en el mundo de los proyectos.

Esta idea de sacrificio y nuevas fronteras conquistadas empezó a tomar forma mientras asistía a la conferencia REBASE, en Dublín. Realmente inspirador ver y escuchar a diseñadores que se esfuerzan y superan a sí mismos por el puro placer de hacer bien su labor. Creo que cada trabajo es un acto de filosofía, que con cada diseño ofrecemos lo mejor de nosotros, no se trata de ser el mejor, se trata de calzarnos nuestras zapatillas, salir a correr, sufrir y disfrutarlo.

Una historia dice: Todas las mañanas en África, una gacela se despierta, sabe que deberá correr más veloz que el león más rápido o será devorada. Cada mañana en África, un león se despierta, sabe que deberá correr más rápido que la gacela más lenta o morirá de hambre. Que no te importe ser una gacela o un león, cuando veas salir el Sol, corre.

Gracias

Gracias a la organización de Rebase (@fs_filipek, @iamsmoloney, @patcusack, @geoffreykeating, @cloudsteph), todo funcionó a la perfección. En lo personal y de mi especial interés charlas como las de Claire Rowland y Workshops en las que IoT “Internet of the Things” fueron los protagonistas: Design for a Connected World con Ciarán Harris, Paul Donnan & Sheena Bouchier, gracias a todos los ponentes por sus inspiradoras charlas.

• Emmet Connolly
• Kara Pecknold
• Sarah Drummond
• Henry Poskitt
• Lynsey Thornton
• Goran Peuc
• Gerry McGovern
• Cennydd Bowles
• Elizabeth McGuane
• Kate O’Daly

Fue fantástico conocer e intercambiar opiniones con grandes profesionales y mejores personas:

• Séamus Byrne
• Julian Becerra
• Mindaugas Petrutis
• Fiona Mc Andrew