A

Alfonso Morcuende

re-new Orleans

Strategy 1

War does not determine who is right - only who is left

Photo by Larry Johnson

El 30 de Octubre de 1974 en Kinshasa, en el “The Mai 20 Stadium” se celebró el mejor combate de boxeo de todos los tiempos, el conocido como “The Rumble in the Jungle“. George Foreman invicto campeón del peso pesado se enfrentó a Muhammad Ali, ex campeón y aspirante al título. Foreman era claro favorito, pero Ali mediante el uso de una estrategia inesperada se alzó con la victoria y provocó la prematura retirada del boxeo de un desmoralizado Foreman.

En 1974 el tiempo de Muhammad Ali parecía haber pasado. El año anterior Ken Norton le había roto la mandíbula y dos años antes Ali perdía frente Joe Frazier. Foreman por el contrario se encontraba en lo más alto de su carrera y no había tenido ningún problema en noquear a Norton y Frazier en el segundo asalto.

Ali era conocido por sus excesos verbales frente a la prensa. Meses antes se había jactado de su velocidad y lo rápido que despacharía aquel combate. Foreman esperaba una salida en tromba de Ali y para ello estaba más que preparado. El primer asalto parecía confirmarlo, Ali saltando de un lado a otro y lanzando una rapidísima combinación de golpes que no hicieron ninguna mella en Foreman.

Todo cambió en el segundo asalto. Ali buscó refugio en los laterales, Foreman lanzaba golpes que Ali esquivaba recostándose contra las cuerdas y protegiendo fuertemente su cara. Los golpes que alcanzaban a Ali perdían gran parte de su energía, que era absorbida por las cuerdas elásticas y no por su cuerpo.

A medida que pasaban los asaltos Foreman pasó de la sorpresa a la frustración. El campeón lanzaba golpe tras golpe en interminables series que no alcanzaban a su oponente. Ali por su parte, no paraba de lanzar frases como: “They told me you could punch, George!“, “They told me you could punch as hard as Joe Louis.“, “Is that all you got, George?“… Foreman más y más enfadado se iba dejando, asalto tras asalto, todas sus fuerzas contra las cuerdas.

En el octavo asalto, un Foreman completamente desfondado y frustrado psicológicamente, recibió el rapidísimo contraataque que lo noqueó. Tras esta derrota Foreman entró en una profunda depresión y colgó los guantes a la edad de 28 años. Ali por su parte revalidó el título de campeón mediante la nueva técnica conocida desde entonces como “Rope-a-dope“.

 


 

En el competitivo mundo de productos y proyectos actuales parece obvio que encontrar una estrategia adecuada que te haga destacar y ser más atractivo que el resto de competidores es fundamental. Sin embargo vemos productos y proyectos prácticamente iguales y con estrategias muy parecidas.

 

Cómo los débiles ganan guerras

Parte fundamental de la estrategia es saber a quién te enfrentas y en qué condiciones. No se trata simplemente de comparar competidores o hacer un recuento de características. Con el benchmarking sabrás si eres el poderoso o el pequeño competidor. Nunca digas que no hay competencia. Como @pixelado siempre me dice: “Si no encuentras competidores es que no has buscado lo suficiente“.

Los conflictos en los que uno de los participantes es por lo menos diez veces más poderoso que su oponente se denominan conflictos asimétricos. Se trata de un concepto proveniente de los estudios bélicos (PDF) desarrollado por el profesor Ivan Arreguín-Toft, del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de Boston. Según Arreguín-Toft, en los últimos doscientos años el 71.5% de los conflictos bélicos han sido ganados por ejércitos poderosos, lo que nos deja un sorprendente 28,5% de conflictos ganados por pequeños competidores. En todos los casos que ha estudiado, los ganadores no esperados renunciaron a luchar bajo las condiciones del Poderoso. Los pequeños buscan nuevas estrategias, analizan rápidamente los datos obtenidos y de nuevo ajustan esta al nuevo escenario.

Saber que eres el pequeño frente a los grandes debería de replantear completamente tu estrategia. Jugar bajo las reglas de los grandes competidores garantiza tu derrota en un altísimo porcentaje de casos. Ser pequeño es una gran desventaja que a la vez te libera para crear nuevas y no esperadas reglas de juego. El no poder competir en igualdad de condiciones te permite intentar cosas desestimadas por la competencia.

¿Es el diseño visual parte de la estrategia de los pequeños competidores? ¿Puede ser la estrategia sacrificar el diseño visual para obtener una ventaja competitiva respecto a los grandes competidores?

 

Un buen diseño visual NO garantiza el éxito

Si el aspecto visual de un producto o un proyecto fuera determinante para su éxito no encontraríamos ejemplos de desarrollos feos que triunfan, sin embargo estamos rodeados de ejemplos como estos:

 

Mil Anuncios www.milanuncios.com

Craigslist www.craigslist.org

The Huffington Post www.huffingtonpost.com/

Ryanair www.ryanair.com

 

Muchos de los grandes actores en Internet de hoy en día nacieron como sitios estéticamente feos: Google, yahoo, ebay… son buena muestra de ello. Ser buen boxeador, como lo era Foreman, no garantiza nada. Tener un diseño visual atractivo no es factor determinante de éxito. La estrategia con la que te enfrentas a tus competidores y al mercado sí lo es.

Muchísimos sitios de e-commerce mantienen ese diseño tan feo y viejo. Han entendido que los usuarios confían más en interacciones y apariencias asentadas con el paso del tiempo que en los posibles beneficios de nuevas propuestas visuales.

Otro posible beneficio de un proyecto estéticamente feo es el nivel de expectativas que damos a los usuarios para encontrar mejores ofertas, vuelos más baratos, etc. La relación del usuario con el producto cambia, es más personal, estamos en una pequeña tienda con un trato más personal, no en manos de una gran e impersonal multinacional.

No defiendo el sacrificio del diseño visual como regla aplicable a todos los proyectos. Sin embargo, reconozco que muchos de los proyectos feos y de éxito que conocemos han encontrado el éxito centrándose en su producto y en sus usuarios sin importarles dar la batalla en el campo visual.

Este post está directamente inspirado en la entrada de Juan Leal: “¿Por qué las webs cutres tienen éxito?“… Si has llegado hasta aquí no te lo puedes perder.