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Alfonso Morcuende

re-new Orleans

Assumptions

Belief is the death of intelligence

A comienzos del siglo XX se empezó a estudiar la “muerte súbita” en bebés. Un porcentaje nada desdeñable de niños fallecía de manera repentina y no existía una explicación para ello. Al no encontrar una causa externa que aclarara el fallecimiento se buscaron causas internas, centrando la investigación en posibles diferencias fisiológicas. Tras realizar cientos de autopsias encontraron que todos los bebés fallecidos presentaban un tamaño anómalo en su glándula de Timo. En estos bebés parecía ser de mayor tamaño que el representado en sus libros de medicina.

Comenzó entonces la preocupación por el tamaño de esta glándula en niños de todo el mundo. Los padres llevaban a su bebé al médico para un diagnóstico y si el doctor detectaba un tamaño irregular se aplicaba radiación en la garganta de los bebés. La radiación, a principios de siglo XX, era el único método conocido para reducir el tamaño de un órgano. Aún no eran conocidos los efectos nocivos de la misma. Como consecuencia de estas radiaciones masivas en humanos, dos décadas después, 30.000 personas aproximadamente fallecieron por cáncer de tiroides o leucemia.

Como diseñadores, nuestro cometido es la solución de problemas. Dedicamos muchas horas a la ejecución técnica de soluciones pero me temo que dedicamos demasiado pocas al análisis de los problemas que intentamos resolver. Resultando nuestras soluciones, en la mayoría de los casos, técnicamente virtuosas, visualmente atractivas, pero pobres en la solución. Nuestro primer impulso ante un encargo es sentarnos frente a un ordenador y generar documentos, navegaciones, wireframes, PSD´s y miles de líneas de código. Radiación en estado puro.

Mi opinión personal es que en el mundo del diseño centrado en el usuario, las mejores soluciones vienen de personas u organizaciones que dedican más tiempo a la reflexión de un problema. ¿Estoy planteando aquí una lucha de Thinkers Vs Doers? Creo que no. Analizar requiere tiempo. Tiempo para investigar, tiempo para estudiar y conocer a tus usuarios y tiempo para digerir toda la información, recopilada y generar una hipótesis de trabajo sólida.

Muchos de vosotros diréis que ese tiempo dedicado al análisis ya forma parte de nuestro día a día. Estoy de acuerdo en ello. Pero con ese tiempo solo hemos podido llegar a una hipótesis de trabajo sólida. Necesitamos un extra para poder desafiar nuestras propias suposiciones.

El significado de la palabra assumption en el Oxford Dictionary es:

“something that you accept as true without question or proof.”

Oxford Dictionary

Las aceptación de suposiciones falsas hacen que planteemos soluciones equivocadas en nuestros diseños. Es más, las suposiciones falsas mataron a 30.000 personas a comienzos del siglo XX.

Para encontrar la explicación en el caso de las muertes por cáncer asociadas a la glándula del Timo nos tenemos que remontar a dos siglos atrás, cuando las primeras universidades de medicina empezaron a aparecer en los Estados Unidos. Los estudiantes de estas universidades tenían la necesidad de estudiar anatomía y esta solo se podía aprender de los cuerpos sobre los que realizaban autopsias. La demanda de cuerpos se disparó de tal manera que no existían los suficientes para tanto estudiante.

Esta necesidad de cuerpos creo una nueva ocupación, los conocidos como “resurrectionists“. Básicamente eran ladrones de cuerpos en los cementerios. Los cadáveres más fácil de desenterrar eran los que se encontraban a menor profundidad. Es decir, las personas pobres y con pocos recursos. Las personas ricas y que habían tenido un mejor nivel de vida eran enterradas a mayor profundidad y en ataúdes que resultaban más difíciles de abrir. Consecuencia: Los estudiantes de medicina del siglo XVIII realizaron todas sus autopsias y escribieron todos sus libros de anatomía sobre cuerpos de personas que habían llevado una vida pobre, llena de privaciones y estrés. Posteriormente se ha comprobado que las personas con un alto grado de estés tienen tendencia a presentar un tamaño menor en la glándula del Timo.

El error que cometieron los doctores de comienzo del siglo XX no fue aplicar radiación a bebés. Su terrible error fue no dedicar más tiempo a cuestionar sus libros de anatomía escritos en el siglo XVIII.